Investigadores de IMEDMAR-UCV y del ICM-CSIC impulsan el uso de medusas en biomedicina

Domingo, 22 Septiembre 2024

El Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina de la Universidad Católica de Valencia (IMEDMAR-UCV) y el Institut de Ciències del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC) han arrancado el proyecto de investigación ‘Colágeno de medusas: un recurso innovador del Mediterráneo en biotecnología azul (COLMED)’, que quiere impulsar el uso de medusas como una fuente sostenible para el desarrollo de biomateriales en el campo de la biomedicina. Además, la iniciativa contribuirá a reducir los impactos socioeconómicos que generan las proliferaciones de medusas en los sectores turístico y pesquero.

La medusa de barril (Rhizostoma pulmo) y la ‘huevo frito’ (Cotylorhiza tuberculata) son especies muy abundantes en el Mediterráneo español, aparecen frecuentemente en las capturas accidentales de los pescadores artesanales, y son conocidas en la comunidad científica por su alto contenido en colágeno. Las altas temperaturas registradas en los últimos años en el Mediterráneo, junto con otros factores, han favorecido su aumento.

Por ello, según subraya José Tena, investigador principal del proyecto y director del IMEDMAR-UCV, quieren potenciar el colágeno procedente de medusas como una materia prima innovadora para aplicaciones y productos que “mejoran significativamente el bienestar y la salud de las generaciones futuras en biomedicina, nutracéutica y cosmecéutica”. Además, su uso es una alternativa sostenible al colágeno derivado de la piel y huesos procedente de mamíferos terrestres como bovinos y porcinos.

Por otro lado, las proliferaciones o ‘blooms’ de medusas han aumentado en frecuencia e intensidad en las últimas décadas, debido a factores como el cambio climático y la sobrepesca. Uno de los sectores más perjudicados es el pesquero, pues la obstrucción de las artes y redes de pesca, la mortandad de las capturas, el aumento del tiempo de pesca, y el consumo de combustible afectan a los pescadores artesanales que utilizan, entre otros artes, las redes de enmalle y trasmallo. Por ello, Ainara Ballesteros, investigadora del IMEDMAR-UCV, aboga por utilizar estas capturas accidentales de medusas: “No podemos desperdiciar este recurso de alto valor, sobre todo en el marco de políticas de economía circular y residuo cero”, reconoce.

Asimismo, debido a los cambios que se están observando desde hace años en los ciclos de vida y la dinámica poblacional, el proyecto COLMED colaborará con la plataforma de ciencia ciudadana marina “Observadores del Mar” y el “Proyecto Alerta Medusas” para complementar la base de datos sobre presencia y ausencia de estos organismos en la Comunitat Valenciana y Cataluña. Se analizarán así las tendencias de las poblaciones frente al cambio climático. 

 

Alianzas con el sector pesquero, el Ministerio y la Unión Europea

El equipo de investigadores del proyecto COLMED trabajará en colaboración con las cofradías de pescadores de Moraira y de Jávea en la Comunitat Valenciana y El Port de la Selva, Cadaqués y Roses en Cataluña. Las cofradías serán las encargadas de extraer, recolectar y almacenar las medusas. Se realizarán jornadas de capacitación para elaborar planes de gestión del recurso consensuados entre ambos colectivos y asegurar así la integridad de las capturas en los procedimientos biotecnológicos. “En los últimos años, los pescadores de algunas cofradías nos preguntaban si podíamos utilizar las medusas que pescaban como un recurso alternativo a su actividad para complementar su fuente de ingresos”, apunta Josep-Maria Gili, investigador del ICM-CSIC.