Adela Esteva, directora de BLUETWINNING: "La cultura oceánica y pesquera sigue siendo una asignatura pendiente, especialmente en las zonas del interior”
El proyecto BlueTwinning nace con el objetivo de que en el entorno educativo de las zonas de interior se conozca más del mar y la pesca. “BlueTwinning surge de la necesidad de acercar la cultura pesquera y la sostenibilidad marina a las escuelas del interior peninsular, donde existe una desconexión el medio marino”, destaca Adela Esteva, directora del proyecto. Para cubrir ese vacío pedagógico, la iniciativa busca “crear una red educativa nacional de escuelas azules y desarrollar empatía ambiental entre territorios, reforzando la idea de que ‘el mar empieza aquí’”, nos cuenta su directora, que subraya la importancia de potenciar una cultura de sostenibilidad y alfabetización marina en zonas alejadas del litoral.
¿La conservación del medio marino es una asignatura pendiente en el currículo educativo?
Sí. Aunque los currículos educativos incluyen contenidos sobre medio ambiente, la cultura oceánica y pesquera sigue siendo una asignatura pendiente, especialmente en las zonas del interior. El desconocimiento de los ecosistemas marinos y de su relación con la vida cotidiana limita la comprensión integral de los retos ambientales. BlueTwinning busca cubrir ese vacío educativo integrando la sostenibilidad marina y la biodiversidad en las aulas de primaria, secundaria y universidad.
¿Cómo surgió la idea del proyecto BlueTwinning y qué necesidades busca cubrir?
BlueTwinning surge de la necesidad de acercar la cultura pesquera y la sostenibilidad marina a las escuelas del interior peninsular, donde existe una desconexión territorial con el medio marino. Inspirado en el concepto europeo de twinning, el proyecto adapta este enfoque al ámbito educativo creando redes entre escuelas costeras e interiores. Su meta es fomentar el conocimiento, la cooperación y el respeto hacia los ecosistemas acuáticos y la pesca sostenible.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el proyecto en cuanto a su implementación en áreas no costeras?
Los desafíos principales han sido la adaptación de contenidos y recursos costeros a contextos sin mar, lo que exige traducir materiales y contextualizar ejemplos, y, por otro lado, la coordinación logística entre entidades y centros con calendarios y horarios distintos.
Aun así, las actividades previstas se están cumpliendo según el marco lógico y los objetivos se mantienen intactos.
¿De qué forma se va a articular el hermanamiento entre las escuelas del interior y las “Blue Schools” de las Islas Baleares? ¿Qué se espera conseguir con esta red de escuelas?
El hermanamiento se articula mediante un sistema mar–tierra, donde centros de interior (Madrid y Castilla-La Mancha) se vinculan con centros de Mallorca. A través de este vínculo, los alumnos del interior reciben información, materiales y datos de los monitoreos mensuales de playas realizados por sus escuelas hermanadas.
El objetivo es crear una red educativa nacional de escuelas azules, promover la cooperación y desarrollar empatía ambiental entre territorios, reforzando la idea de que “el mar empieza aquí”.
Los objetivos de la red incluyen:
• Potenciar una cultura de sostenibilidad y alfabetización marina (ocean literacy) más amplia, haciendo que no sólo las zonas costeras participen, sino también el interior del país. Esto está en línea con los principios de la red Blue Schools, que promueven la alfabetización oceánica como responsabilidad de todos, independientemente de la proximidad al mar.
• Fomentar el intercambio de buenas prácticas, metodologías activas, recursos educativos y campañas entre escuelas hermanadas, para fortalecer el impacto del proyecto y ampliar su alcance.
• Crear un efecto multiplicador: formar escuelas interior-mar que actúen como nodos de sensibilización, de modo que los alumnos del interior se conviertan en embajadores del mar, de la pesca sostenible, de los ecosistemas costeros e interiores y de la economía azul.
• Favorecer la cooperación entre distintos actores: escuelas, investigadores, actores pesqueros, autoridades ambientales, lo que permite conectar “tierra y mar” de forma simbiótica y real.
• Al final, lograr que los estudiantes del interior vinculen su realidad cotidiana con los retos del medio marino —biodiversidad, contaminación, pesca, ecosistemas costeros— y desarrollen actitudes de responsabilidad, acción y cambio hacia la sostenibilidad.
¿Qué tipo de contenidos relacionados con el medio marino se están generando para este proyecto y cómo se adaptarán al contexto de las escuelas no costeras?
Se han diseñado tres programas formativos, uno para educación primaria, otro para educación secundaria y el tercero para educación superior (Universidad de Alcalá). Incluyen temas sobre biodiversidad marina, pesca sostenible, economía azul y circular y el papel de la mujer en el sector pesquero. Los contenidos son modulares y flexibles, permitiendo su integración en distintos currículos autonómicos. Además, se adaptan con ejemplos, juegos y actividades que vinculan el mar con la vida cotidiana del alumnado del interior.
¿En qué se centra la formación de educadores para que puedan trabajar en temas de sostenibilidad y conservación marina?
La formación se basa en la metodología de Aprendizaje-Servicio (ApS), a través de la asignatura “Conocimiento del Medio Marino a través de Experiencias de Aprendizaje-Servicio” de la Universidad de Alcalá. Los futuros educadores aprenden sobre biodiversidad marina, economía azul, cultura pesquera y perspectiva de género. Posteriormente aplican estos conocimientos desarrollando talleres y actividades en centros educativos de interior.
Y en cuanto a las actividades de monitoreo de zonas protegidas, ¿de qué forma el alumnado contribuirá?
Los estudiantes participan de manera indirecta mediante los intercambios de información con las escuelas costeras. Los centros de Mallorca realizan los monitoreos de playas (análisis de agua, biodiversidad y residuos) y comparten sus resultados con las escuelas del interior. A partir de esos datos, los alumnos del interior analizan, reflexionan y crean materiales artísticos o científicos, promoviendo la conciencia ambiental y la comprensión del impacto de sus propias acciones.
¿Qué experiencias o conocimientos transmitirán los profesionales de la pesca y cómo se espera que influyan en el alumnado?
Los profesionales del sector pesquero participan mediante talleres, charlas y vídeos. Transmiten conocimientos reales sobre el oficio, la sostenibilidad de los recursos y el papel histórico de la mujer en la pesca. Estas experiencias acercan la realidad del mar a los jóvenes y fomentan el respeto por los oficios tradicionales, mostrando que la innovación y la igualdad también son parte del futuro del sector.
Durante el desarrollo del proyecto, estos profesionales comparten experiencias en primera persona sobre distintos aspectos:
• Las técnicas y artes de pesca sostenibles, la gestión responsable de los recursos marinos y la importancia de respetar los ciclos biológicos de las especies.
• La cadena de valor pesquera, desde la captura hasta la comercialización del producto, para comprender cómo las decisiones de consumo influyen en la sostenibilidad de los ecosistemas.
• Los conocimientos tradicionales asociados al mar y su transmisión intergeneracional, visibilizando la pesca como una actividad que forma parte del patrimonio cultural y económico de las islas.
• Las innovaciones del sector, como la aplicación de la economía azul y circular en la gestión portuaria, la reducción de residuos, la valorización de descartes y la mejora de la trazabilidad de los productos pesqueros.
• La dimensión social y de igualdad de género, poniendo en valor el papel de las mujeres en el sector pesquero y acuícola —rederas, armadoras, científicas o patronas—, que históricamente ha sido poco visible.
¿Qué papel tendrá la Universidad de Alcalá en la ejecución del proyecto?
La Universidad de Alcalá (UAH) es la entidad académica responsable de diseñar e impartir el programa de educación superior y formar a los futuros educadores marinos mediante la asignatura transversal mencionada. Además, se encarga de coordinar las fases de aprendizaje, servicio y evaluación y de realizar el seguimiento técnico y contribuir a la evaluación global del proyecto.
Su participación asegura el rigor científico, la coherencia pedagógica y la transferencia de conocimiento entre la educación superior y las etapas escolares.

