Bárbara Abaroa, directora del proyecto OBAM II: "La situación geográfica de Canarias convierte a las islas en uno de los mayores sumideros de residuos marinos del mundo"

Lunes, 14 Marzo 2022
Bárbara Abaroa

Bárbara Abaroa, directora del proyecto OBAM II

 

Bárbara Abaroa, directora del proyecto OBAM II, explica en qué consistirá la segunda fase del proyecto OBAM, impulsado a través del Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad. Durante 2022, el Cabildo Insular de Fuerteventura seguirá trabajando en el "Observatorio de Basura Marina" para seguir con la monitorización y reducción de residuos marinos en la Reserva Marina de la Biosfera de Fuerteventura, haciendo especial hincapié en las zonas Red Natura 2000.

Háblenos sobre su vinculación al mar. Oceanógrafa, ¿por vocación? 

Mi amor por el mar viene desde pequeñita, como toda canaria, me crie cerca del mar y la vida cotidiana era en base a él. Además, tengo la suerte de ser de familia materna de Canarias y familia paterna del País Vasco, y ambas familias me enseñaron las curiosidades del océano. En Fuerteventura recuerdo jugar siempre a hacer mejunjes de algas para curar a las estrellas de mar, y cómo los marineros de la familia se preparaban cuando había luna llena o sabían cómo se comportaba cada especie en función del tiempo, o cómo conocían que era mar de fondo o marejada, y en Mundaka, de donde es mi familia paterna, recuerdo cómo mi amama me explicaba cómo se formaba la famosa “ola izquierda” y todo eso me fascinaba.

Mi idea desde pequeña siempre fue ser veterinaria de fauna marina, pero la vida me llevó hasta la carrera de Ciencias del Mar y ahí es donde entendí que lo que yo quería no era curar a los animales, lo que quería era entender el comportamiento del océano para trabajar en protegerlo.

 

Licenciada en Ciencias de Mar, centró su doctorado en contaminantes de microplásticos. Sin duda, una experta en la materia. ¿Es este el gran problema medioambiental de nuestros océanos?

Es el gran reto científico, conocemos, y cada vez más, las consecuencias que tienen los microplásticos y que podemos encontrarlo en prácticamente todos los escenarios, desde el fondo marino, los terrenos de cultivo hasta en la atmósfera, sin contar que se encuentran en zonas alejadas de la población humana, y que son grandes vectores de contaminación química persistente.

Se encuentran en zonas de alimentación de la gran parte de la biodiversidad marina como es la columna de agua. Y tratándose de partículas tan pequeñas y difíciles de controlar la reducción en estas zonas es prácticamente imposible, siendo el principal objetivo para mitigar sus efectos, evitar que siga entrando plástico, limpiar aquel que se pueda recoger y acabar con la entrada de microplásticos a través de las aguas depuradoras y en los productos.

 

En la primera fase de OBAM se realizó un inventario de zonas afectadas del litoral de Fuerteventura. Cuéntenos más sobre la isla y sobre cómo le está afectando esta problemática medioambiental.

La situación geográfica de Canarias convierte a las islas en uno de los mayores sumideros de residuos marinos del mundo. La corriente del Atlántico Norte es una de las mayores responsables de la cantidad de residuos, tanto macro como micro que llegan a la isla. Además, los procesos a mesoescala que ocurren en las zonas intermedias de las islas provoca que haya una mayor acumulación.

La isla de Fuerteventura es la más vieja de las ocho islas canarias, y tiene una gran longitud de playas, siendo la zona oeste donde se encuentran la mayor cantidad de ellas y además las más vírgenes, siendo territorio protegido por diferentes figuras de protección dada su riqueza ecológica y medioambiental. Además, cuenta con una gran biodiversidad marina, uno de los motivos por lo que fue nombrada Reserva de la Biosfera en 2009 con una gran extensión marina.

En la isla existe un centro de recuperación de tortugas marinas donde la mayoría que llegan para su recuperación están afectadas por residuos marinos. Los últimos estudios hechos desde el Gobierno de Canarias demuestran que en todas las necropsias de tortugas y cetáceos marinos encontrados varados en las islas tienen concentraciones de residuos marinos.  

Hay diferentes parámetros que hacen que una zona sea más afín a recibir residuos marinos; la forma de la playa, la orientación, etc. En Fuerteventura encontramos una gran cantidad de zonas que son aptas para recibir toda esta contaminación, y zonas de difícil acceso que acumulan la misma durante décadas.

Desde que comenzó el proyecto, y gracias a la colaboración del plan de empleo del Cabildo Insular de Fuerteventura denominado “mejora del litoral majorero, gestión de residuos, mejora de los ecosistemas y de la imagen de Fuerteventura”, se ha recogido y clasificado 27 toneladas de residuos marinos de la costa de la isla. Se formaron desde la primera fase del OBAM en el seguimiento de basuras marinas a través del convenio OSPAR, teniendo en cuenta que contábamos con un equipo de personas que recorrían toda la costa de Fuerteventura, se clasificó una cantidad media de 2.250 kilos por mes.

Además, contamos con un gran equipo de pescadores de las Cofradías de Pescadores de Fuerteventura que colaboran en la recogida de basuras flotantes,  donde estamos descubriendo la gran cantidad de artes de pesca prohibidas en las islas que se siguen usando en otros países o se usan de forma ilegal que se están acumulando en las aguas circundantes a la isla y que provocan lo que conocemos como pesca fantasma.

 

¿Cuáles son las innovaciones metodológicas incorporadas a esta segunda convocatoria de OBAM?

Las conclusiones sacadas en la primera fase demuestran la necesidad de seguir aunando los esfuerzos en la investigación y generación de conocimiento científico para seguir entendiendo el comportamiento de los residuos marinos en la isla.

En este sentido, vimos el desgaste que significaba llevar documentación encima para rellenar las fichas que desarrollamos para los trabajadores, o incluso el problema de cobertura para poder dar las coordenadas exactas de muestreo, en esta segunda fase, trabajaremos con la app MARNOBA de Vertidos Cero que ya incluye los ítems del convenio OSPAR y de momento nos permite trabajar en zonas de poca cobertura.

Además, los profesionales del sector pesquero son una gran oportunidad y unos grandes colaboradores en pro de la conservación marina. En este sentido, en esta segunda fase, se ha añadido el desarrollo de un prototipo de recogida de microplásticos desde barcos pesqueros en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y entidades oceanográficas de Fuerteventura, con el objetivo de conseguir analizar la situación con respecto a estos micro-residuos las aguas circundantes de la isla a través de los principales actores en ellas.

Además, las zonas de más difícil acceso nos indicaban la necesidad de trabajar con la teledetección con drones para saber lo que ocurre en esas zonas y poder, en la medida de lo posible, trazar unos objetivos de trabajo.

 

El proyecto incluye, por ejemplo, la teledetección, ¿qué tecnologías pueden apoyar el trabajo del investigador y de qué manera?

La teledetección con drones o el prototipo de recogida de microplásticos acoplados a barcos pesqueros permitirá entre otras cosas, conocer el estado actual y casi continuo de las zonas de mayor estado de vulnerabilidad de la isla, como son aquellas zonas de especial protección de la Red Natura 2000 o incluso donde se conoce que existen especies de mayor interés como los calderones grises, o especies en peligro de extinción, como la lapa majorera.

 

La participación ciudadana también tiene un papel importante en este proyecto, ¿no es así?

El principal objetivo del Observatorio de Basura Marina es la monitorización de residuos marinos en la isla de Fuerteventura a través de sinergias con diferentes colectivos, entre los que destacan los pescadores.

De esta forma trabajan y participan dentro del OBAM, profesionales del sector pesquero, asociaciones medioambientales, universidades canarias y administraciones públicas.

De esta forma, no solo contábamos con manos y la mayor de la experiencia por parte del sector pesquero, sino también de las asociaciones que llevan décadas trabajando en reducir los residuos marinos en la costa de la isla, contábamos con las universidades canarias para el apoyo y punto de vista científico y las administraciones públicas para la logística en la organización de las acciones.

Es muy bonito trabajar con tanta gente y entidades que tienen la misma visión y que conocen el estado del arte. Actualmente también se han ido uniendo más entidades y voluntarios.

En mi opinión, para que el trabajo, y a su vez, el mensaje sea mucho más productivo y eficaz, la participación ciudadana es esencial, cuando somos parte del modelo hacia la sostenibilidad o la lucha contra los residuos marinos con acciones reales, nos convertimos en ciudadanos que trabajamos en pro de la conservación desde el punto de vista individual sin dejar de ser un proceso colectivo, siendo más conscientes de lo que ocurre alrededor, independientemente de la situación en la que hayamos crecido.

 

Y sobre la formación como línea de trabajo de OBAM. ¿A quién, sobre qué y con qué objetivo?

Desde el desarrollo del OBAM no se entendía los objetivos propuestos sin una parte de capacitación y profesionalización con diferentes sectores y colectivos de la isla para que toda la población contara con las herramientas necesarias para tomar la decisión desde los hábitos de cada uno.

En el OBAM hay dos formaciones diferenciadas:

Sobre residuos marinos, donde se enseña tanto al sector pesquero como a la población en general, adaptado a cada uno de los colectivos, qué es un residuo marino, cómo clasificarlo, las diferentes estrategias que existen desde el MITECO, y cómo podemos cambiar nuestros hábitos para no contribuir a esa contaminación, etc.

Sobre asistencia a fauna marina accidentada. Esta formación está centrada en entrenar a la población para saber cómo actuar en caso de fauna marina accidentada hasta que lleguen los responsables de su recuperación, pero sobre todo está centrada en el sector pesquero para que colaboren en la recuperación de aquellas especies que debido a la logística en mar abierto son difíciles de recuperar.

 

Y tras diagnosticar el estado actual de los residuos en el mar, ¿qué medidas deben ejecutarse para mitigarlo?

Hay que hacer un gran trabajo de gobernanza, sobre todo seguir sumando esfuerzos en mejorar la gestión de los residuos, el consumo de plástico de un solo uso ha crecido tan rápido que la gestión no lo ha hecho del mismo modo, se trata de un producto que desde su producción emite contaminación.

Además de aumentar y fomentar la investigación e innovación para parar la cantidad de residuos marinos que llegan desde las depuradoras a los ríos y océanos, buscar alternativas ecológicas y sostenibles, pero sobre todo trabajar en la economía circular real. Hay que comenzar a ver a los residuos marinos que llegan a las islas, en este caso, como una oportunidad de empleo azul y diversificar la economía en ese sentido. ¿qué hacemos con todos los residuos que recogemos?, ¿y si lo valorizamos? ¿si le buscamos otra utilidad más sostenible?

La base está en la sensibilización y concienciación, combatir la desinformación, de esta forma podemos ir cambiando algunos hábitos, donde contribuimos a reducir la cantidad de residuos que llegan al océano. Desde este punto, considero que volver a nuestros orígenes es una forma de aprender a cambiar estos hábitos, nuestros abuelos siempre usaban botellas de vidrio retornables, o compraban a granel siempre con sus propias talegas de tela, por ejemplo.

Como consumidores tenemos el poder de decisión, desde que se comienza a demandar más productos sostenibles, ecológicos, responsables con el medio ambiente y sobre todo residuo cero, hay mayor oferta de estos.

 

Hablar de residuos marinos puede considerarse como algo ajeno o alejado de nuestro día a día, ¿cómo hacer entender que los residuos marinos pueden afectar, incluso, a nuestra salud?

Como decían Jacques-Yves Cousteau, “uno no protege lo que no ama, y no ama lo que no conoce”. Creo firmemente que la concienciación medioambiental con respecto a los residuos marinos ha ido creciendo en los últimos años, hasta hace poco creíamos que los residuos marinos solo eran las famosas “islas de plástico” del pacífico, pero no, encontramos residuos en toda la costa, y ya no existen especies que no se encuentren en interacción con ellos.

La naturaleza es un equilibrio constante, los residuos marinos entran en la cadena trófica hasta llegar a nuestro plato con todos los contaminantes químicos persistentes que han podido adherirse a ellos, además de los propios de los residuos. El océano ha estado aquí sin nosotros, y siempre lo estará, sin embargo, nosotros no podemos vivir sin el océano, el objetivo es salvarnos ayudando al océano.

 

¿Cómo valora el apoyo del Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad al proyecto OBAM?

Sin el apoyo del Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad no se podría haber desarrollado el Observatorio de Basura Marina, la cofinanciación ha sido una pieza clave en la ejecución de las acciones, teniendo de apoyo a una entidad como la Fundación Biodiversidad y el Fondo Europeo Marítimo y Pesquero pudimos llegar mucho más lejos de lo que esperábamos.  Nos ha dado la oportunidad de conocer otros proyectos que trabajan con el mismo objetivo donde poder compartir impresiones y experiencias para mejorar y optimizar el trabajo en el objetivo común, que no es otro, que cuidar nuestros mares.