Jordi Oliva, cofundador de Good Karma Projects: "Vamos a crear el primer registro de polímeros para documentar qué tipo de pellets predominan en las playas"
Jordi Oliva, cofundador de Good Karma Project
Fundador de una entidad sin ánimo de lucro que busca "pasar a la acción" para preservar el medio marino, Jordi Oliva se muestra optimista al preguntarle por el gran reto ambiental que aborda el proyecto MEDPELLETS: conocer el estado y nivel de contaminación por pellets de plástico en el Mediterráneo Occidental.
A nivel personal, ¿cuándo y cómo surge su vinculación con el medio ambiente y su afán por cuidar el medio marino?
Siempre he vivido ligado al mar, desde bien pequeño empecé a navegar y a competir en vela ligera. A los 18 años descubrí el surf y también empecé a practicar apnea. Cuando haces surf, el contacto con el medio marino todavía es más estrecho, ya que, literalmente, estás inmerso en él. Por eso, muchas veces somos los primeros en detectar si hay alguna alteración en el agua o contaminación en la playa.
Terminé mis estudios en Chile y aproveché para viajar por Sudamérica. Al escuchar testimonios de la afectación del cambio climático en lugares como la Patagonia, empecé a pensar en cómo podía ayudar a cambiar las cosas. Entonces fundé Good Karma Projects junto con mi mejor amigo, Albert, un proyecto centrado en hacer del surf algo más sostenible. Inmediatamente después arrancamos diferentes proyectos de educación ambiental y ciencia ciudadana.
Estudió ingeniería industrial y ahora busca hacer de este un planeta más sostenible con un proyecto para reducir el impacto del microplástico en el Mediterráneo. ¿Cómo ha trazado el camino hasta llegar aquí?
Profesionalmente, siempre me he dedicado a los biocomposites, asesorando la construcción más sostenible de equipamiento deportivo como esquís o tablas de surf y también en proyectos náuticos con soluciones biobasadas y/o reciclables.
En paralelo, empecé a dedicar mi tiempo libre a Good Karma, que empezó a crecer muy rápido. Como amantes y defensores del Mediterráneo, decidimos dar visibilidad a una de sus problemáticas más graves, que solía pasar desapercibida: la contaminación por plásticos y microplásticos. Entonces grabamos el documental “Mediterráneamente Plástico” en 2018 para dar visibilidad a este problema invisible. Durante la grabación en el Mar Balear, encontramos pellets en todas las muestras, pero no nos sorprendió, siempre los habíamos visto en las playas de Tarragona y eran algo familiar para nosotros. Al vivir de primera mano algunos episodios más graves de contaminación por pellets en las playas de Tarragona, decidimos pasar a la acción. Empezamos a monitorizar la llegada de nuevos pellets a las playas y los relacionamos con las condiciones meteorológicas. Pronto, nos convertimos en los “expertos” en este tipo de contaminante, ya que nunca antes se había demostrado su origen local.
MEDPELLETS va a estudiar el estado, dinámica e impacto de las emisiones de pellets de plástico del Mediterráneo occidental. Las previsiones no son buenas, ¿no?
Nos seguimos sorprendiendo de cómo estos pequeños gránulos de plástico viajan hasta cualquier rincón del Mediterráneo. Todo el trabajo realizado por nuestro equipo de voluntarios hasta ahora nos permite tener una pequeña idea de lo que vamos a encontrar y las previsiones no son buenas. Lo pudimos comprobar este verano pasado durante la expedición #ChasingPellets, donde pudimos intuir el alcance de este tipo de contaminante. Sin embargo, somos optimistas por definición y sabemos que con MEDPELLETS podemos empezar a cambiar las cosas.
¿Cómo se va a ejecutar este diagnóstico?
Estaremos monitorizando la zona dinámica de tres playas durante seis meses. Dos de estas playas están cerca del Complejo Petroquímico de Tarragona y otra está más alejada. Vamos a crear el primer registro de polímeros para documentar qué tipo de pellets predominan en estas playas. En paralelo, aprovecharemos el esfuerzo del trabajo de campo para obtener datos de otros microplásticos de hasta un milímetro y poder complementar así el Subprograma BM-6 de seguimiento de microplásticos del MITERD. También analizaremos las zonas de acumulación, el “histórico” de episodios de contaminación hasta día de hoy.
El proyecto ayudará a ampliar el conocimiento al respecto sobre la problemática de los microplásticos. Pero, ¿cuál debe ser el siguiente paso?
Es importante trasladar todo el conocimiento obtenido a los diferentes grupos de interés. Pretendemos marcar un punto de partida para el seguimiento del nivel de contaminación de este tipo de contaminante en las costas de Tarragona y norte de Baleares. Con ello, se podrá monitorizar, medir y validar en el tiempo la eficiencia de las medidas correctoras de esta problemática por parte de las empresas que manipulan estas pérdidas de material. El siguiente paso lo debe dar la administración, regulando este contaminante. Son demasiados los años que lleva funcionando la auto-regulación de la industria sin una mejora aparente de la situación.
Good Karma Projects cuenta con un equipo de profesionales muy jóvenes. ¿Sois los más concienciados?
Sí, creo que estamos más concienciados y debemos liderar este movimiento global. Sin embargo, desde la organización vemos cómo los jóvenes, a pesar de tener toda la información y estar concienciados, nos suelen pasar a la acción. Desde Good Karma Projects nos dedicamos, precisamente a eso, a convertir la concienciación en acción.
Además, las redes sociales se han convertido en el canal predilecto para hacerse oír entre los jóvenes, ¿cómo las enfocáis para ser escuchados entre “tanto ruido”?
Nosotros captamos la atención de nuevos seguidores con contenido creado de forma orgánica y “natural”. Existe mucho ruido, pero enseñando cómo trabajamos en el día a día y el impacto inmediato que tienen nuestros proyectos, solemos destacar. Esto es gracias a que muchas cuentas existentes suelen compartir contenido que no generan, sino que aprovechan el contenido ya hecho o viralizado por otras cuentas. Todo, o casi todo, el contenido que compartimos es elaborado por la propia organización. Nuestro mensaje no se basa en el “drama” ambiental en el que vivimos, sino en el que puede hacer cada uno de nosotros para mitigarlo. Con este mensaje en positivo y constructivo, llegamos mucho más lejos.
¿Cómo trabajáis para involucrar a la sociedad en la preservación de nuestro entorno?
Mostrando como cada pequeña acción y decisión cuenta. Como trabajadores, consumidores, ciudadanos, políticos... todo el mundo puede tener un papel relevante. “Tú no puedes cambiar el mundo, pero sí puedes cambiar tu mundo”. Esto puede hacerse desde cualquier puesto de trabajo y en el día a día. Desde un consumo más responsable a un tipo de movilidad más sostenible. Así es como queremos involucrar a la sociedad, en pequeños cambios que hagan girar la rueda en el sentido necesario.
En torno al cuidado del medio ambiente, ¿cuál debe ser el papel de la acción local y de la ciencia ciudadana?
La acción local y la ciencia ciudadana son necesarias para abordar problemáticas como la contaminación o pérdida de biodiversidad, y además son iniciativas que juegan un papel clave en la sensibilización e involucración de la sociedad frente a los retos ambientales. Es esencial que empecemos a tener una visión más local a la hora de iniciar nuevos proyectos y acciones, tejiendo colaboraciones entre todas las organizaciones, entidades e instituciones que están trabajando en una misma causa.
Todo empieza por la acción local, pero si los esfuerzos no están bien dirigidos y coordinados, estamos perdiendo una energía muy valiosa para mejorar las cosas. La ciencia ciudadana es útil y necesaria para la comunidad científica, siempre y cuando esté bien vertebrada.
¿Cómo os ayudará el Programa Pleamar de la Fundación Biodiversidad en el desarrollo de vuestro proyecto?
El Programa Pleamar nos permitirá aumentar la resolución del seguimiento de episodios de contaminación que ya estamos llevando a cabo y ampliarlo a nuevas zonas de interés. El poder realizar muestreos de alta resolución durante los episodios de lluvias será de un alto valor añadido para el proyecto. Arrancar el proyecto de ciencia ciudadana también marcará un antes y un después, ya que nos permitirá detectar nuevas zonas de acumulación y el posterior análisis de las dinámicas de contaminación por pellets. Estamos muy agradecidos y motivados por la oportunidad que se nos ha brindado desde el Programa Pleamar.