La contaminación acústica en el medio marino es un problema mucho más grave de lo que sociedad, comunidad científica y gestores creemos
ENTREVISTA A SOLEDAD TORRES GUIJARRO, INVESTIGADORA DE REFERENCIA EN LA TEMÁTICA DEL RUIDO SUBMARINO Y COLABORADORA DEL PROYECTO SILENCIO
La doctora Soledad Torres Guijarro es Ingeniera de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Madrid, donde también realizó su doctorado, especializándose en Tratamiento Digital de Señales. En la actualidad es Profesora Titular en la Universidade de Vigo, en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación. Tiene un amplio currículum de participación y liderazgo en proyectos de investigación públicos –nacionales e internacionales- y contratos con empresas, de comunicaciones científicas, artículos e incluso patentes.
Centra su actual actividad investigadora en el tratamiento digital de señales de audio y acústicas en general, con especialización en el ruido submarino, la codificación de voz y audio, y el procesado en array de señales de audio, dónde se ha convertido en una investigadora de referencia. Además su actividad en favor de la visualización del trabajo de las mujeres en el mundo de la Ciencia y la Tecnología le hace destacar, de nuevo, como una pionera en la implantación de estrategias de igualdad en el mundo de la investigación.
Cuéntanos en un minuto quién es Soledad Torres.
Soy ingeniera, profesora de universidad y soy amante del mar, soy navegante, tengo un velero y todas estas características mías al final han concluido en el interés por temas relacionados con el ruido submarino. Es una forma de aunar capacidades e intereses personales con aficiones y también con la circunstancia de vivir y trabajar en Vigo que es un entorno desde el punto de vista marítimo y marino único, muy interesante, muy singular, muy disfrutón.
¿Por qué decidiste dedicar tu actividad profesional a la temática del ruido submarino? Por qué el ruido?
Entrando más en detalle por cuestiones docentes y de investigación tengo conocimientos y estoy relacionada con el tema de ruido aéreo. En un momento dado en mi grupo de investigación decide abrir esa línea de investigación en el medio marino por aprovechar una tendencia de promoción de los temas de investigación en el medio marino, una estrategia de la Uvigo por potenciar la investigación relacionada con el mar, con iniciativas como el Campus del Mar. Además tiene algo que ver también una estancia que realicé como investigadora precisamente en el Centro Tecnológico del Mar, que me dio el empujón para abordar la temática. Coger los conocimientos que en el grupo ya había sobre la problemática ambiental del ruido en el medio aéreo y llevarlos al mar, trasladar los conocimientos que ya teníamos al medio marino. Además coincidió que en un proyecto europeo en el que participaba un compañero del departamento se estaba realizando un estudio sobre el impacto de un sistema de dragado ecológico y tenía que hacer un control sobre el ruido que realizaba la draga al trabajar, para controlar que tuviese un funcionamiento más sostenible y ecológico. Se vio que era una gran oportunidad para incorporar también esa dimensión acústica. Esta fue la oportunidad para colaborar, lanzarnos y empezar a equiparnos, comprar hidrófonos, sistemas de generación de ruidos, etc. para trabajar en esta línea y obtener resultados.
¿Cuál es tu relación con el proyecto SILENCIO? ¿Qué trabajo realizáis?
En Silencio nuestra preocupación mayor es evaluar el impacto del ruido producido por las embarcaciones que trabajan en el entorno Cortegada y la zona de cría de almeja que se localiza allí. Eso se puede hacer porque en la estación océano-meteorológica de Cortegada hay instalado un hidrófono y las grabaciones de este hidrófono nos permiten aprender a detectar de forma automática la presencia de barcos. De paso que se analizan las grabaciones, estamos implementando un procedimiento para medir de la manera más correcta posible el ruido de fondo de acuerdo con la Directiva Marco de la Estrategia Marina, que establece unos indicadores concretos, una forma concreta de medir el ruido marino para establecer cuál es el buen estado ambiental del medio marino en ese aspecto.
Otra de las formas de ver cómo de contaminado está el medio marino en relación con el ruido submarino es el seguimiento de la presencia de cetáceos marinos que se han empleado tradicionalmente como biomarcadores porque son muy sensibles al ruido. Son de las primeras especies de las que se conoce algo de sus umbrales de audibilidad. Es de las primeras especies que empiezaa haber estudios de cómo el ruido les afecta en aspectos como la frecuencia cardíacas, nivel de hormonas, etc. En esta línea, también a partir de las grabaciones de Cortegada, estamos realizando un detector automático de vocalizaciones de mamíferos marinos para poder conocer su presencia en el entorno de Cortegada y así poder correlacionar los niveles de ruido marino de origen antropogénico con la presencia, ausencia o comportamientos de estos animales.
Desde tu punto de vista, ¿cuál crees que es el principal problema de la introducción del ruido de origen humano en el medio?
Es un problema mucho más grave de lo que la sociedad sabe e incluso posiblemente de lo que los científicos sabemos. Es un tema que empezó a estudiarse hace relativamente poco.
Hasta la segunda guerra mundial no existían evidencias científicas, si quiera se sabía que los mamíferos marinos vocalizaran. Ahí empieza un poco el trabajo de la bioacústica marina con los trabajos de la marina americana para estudiar cómo se podían esconder los submarinos de los sonares de los barcos enemigos. Hubo una serie de investigadores que empezaron a escuchar los sonidos en el mar y descubrieron que había muchos sonidos producidos por animales, por ejemplo por las ballenas. Desde entonces hasta ahora se ha podido demostrar que el ruido submarino les impacta, les afecta muy seriamente en muchas de sus actividades: buscar pareja, relacionarse con sus crías, orientarse dentro del medio marino, buscar presas para alimentarse, etc.
Date cuenta que en el medio marino la luz se propaga muy mal, en cuanto bajas unos cuantos metros no se ve nada, la luz no penetra. Todos estos animales han desarrollado técnicas de comunicación y de localización (de ellos, de las presas y otros objetos de interés) a través del sonido. Entonces si el ser humano introduce un nivel de ruido elevado en el medio marino, lo que estamos haciendo desde hace varias décadas, es como si los cegáramos, les impedimos hacer con normalidad todas aquellas funciones para las que usan el sonido.
Es como si a nosotros nos dejaran, no sordos, sino ciegos. Sinos apagaran la luz, pues es lo que les estamos haciendo al introducir el ruido: reducir mucho el rango de distancias en el que ellos pueden comunicarse y localizar. Y es muy serio porque además eso les produce estrés… Les produce los mismos efectos que nos produce a nosotros el ruido, que se ha demostrado que en seres humanos produce hipertensión, alteraciones cardiovasculares, mala calidad del sueño, y todo eso impacta en nuestra longevidad, pues en los animales marinos es mucho más grave porque además del estrés dificultas funciones biológicas básicas, sus hábitos de migración, etc.
¿Cuál crees que es el gran desafío que se tiene por delante respecto al ruido submarino?
Es un problema medioambiental grave y como en todos los problemas medioambientales te enfrentas a los poderes económicos. El ruido más continúo y más universal es el del tráfico de barco, entonces, ¿cómo puedes reducir ese ruido? Pues con barcos más silenciosos, que probablemente sean también menos contaminante, fabricado con más cuidado y todo eso encarece considerablemente el precio de los barcos, seguro. Un barco más lento seguro que es un barco más silencioso también, pero todo esto tiene un impacto económico. ¿Cómo fuerzas a los agentes económicos, a las navieras, para reducir el impacto acústico de sus naves? Si aún estamos intentando reducir, y sin mucho éxito, el impacto del CO2… El impacto acústico debería seguir una huella parecida, hay que penalizar.
El otro tipo de impacto es menos general pero puntualmente muy peligroso que son las campañas de exploración de recursos del fondo marino (petróleo, gas) y las de instalaciones de todo tipo infraestructuras de offshore (eólicos, plataformas petrolíferas), todo lo que suponga cimentar algo al fondo marino con el uso de pilotes porque, aunque muy puntualmente, se introducen niveles de ruido muy muy elevados en el medio marino.
Cuál es el reto: limitar este tipo de actuaciones e impedir un impacto mortal en los seres marinos. Las administraciones tienen que establecerunos requisitos mínimos para minimizar sus impactos ambientales y realizar estas actuaciones con garantía.
El reto general, concienciar. Las personas no oímos debajo del agua y no somos conscientes del impacto del ruido submarino, porque sólo con una ciudadanía concienciada puede hacer presión para que sus órganos de gobierno establezcan medidas para, por lo menos, evitar que siga creciendo el ruido que se mete en el medio.
De todos los avances que tu equipo y tú habéis realizado en la temática ¿qué es lo más curioso con lo que os habéis encontrado, lo más llamativo, de lo que os sentís más orgullosas?
De lo que me siento más orgullosa es de los resultados de la tesis doctoral de David Santos (que también trabaja en SILENCIO) en la que desarrolla una herramienta de mapeado del ruido submarino que realizan los barcos aquí, en la ría de Vigo. Es una herramienta poderosa para concienciación y gestión, muy visual. Sirve para determinar, por ejemplo, que en la ría son los barcos de pasajeros los que más contaminan acústicamente, porque están todo el día en constante movimiento (de Vigo a Cangas y Moaña, y en verano a las Cíes) y a velocidades muy altas. Si consiguiéramos que el nivel emitido por esos barcos se redujera en 6 dB la mejora sería muy notable. No es algo en absoluto descabellado, se podría conseguir con algo más de cuidado en la instalación y el mantenimiento de sus motores, la optimización de las hélices, y la reducción de la velocidad. Ahora tenemos herramientas para cuantificar el efecto de la aplicación de una medida de ese estilo en el entorno.
Si ahora mismo tuvieses financiación ilimitada, ¿qué harías para avanzar en la investigación de submarino?
Instalaría más infraestructuras de medida en la península Ibérica. Ahora mismo sólo hay dos puntos de grabación en continuo de sonido submarino. Uno está en Vilanova i la Geltrú, al lado de Barcelona, y el otro está en la plataforma de Cortegada. Habría que poner muchos más, porque solo así sabemos exactamente cuál es el estado medioambiental del nuestras aguas en lo referente a ruido submarino. Hay que poner hidrófonos a grabar. El problema es que un hidrófono genera mucha cantidad de información que puede ser complicado enviarla a tierra firme. Lo ideal es tener estaciones cableadas pero es difícil de hacer según en qué zonas y orografías.Poner por ejemplo una boya en zonas con el oleaje que puede haber detrás de las islas Cíes u Ons es muy complicado y sería sin embargo un registro muy interesante, porque son zonas de paso frecuente de diversas especies de mamíferos marinos, algunas de ellas amenazadas. Porque, como en otras muchas cosas, en comparación con otros países como Estados Unidos o Canadá estamos en pañales.
Ahora pasamos a otro faceta de tu trabajo, que es la de pionera de la implantación de políticas de igualdad y de visibilización del trabajo de las mujeres en ciencia, ¿cuál crees que es el papel de la mujer ahora mismo en el mundo de la investigación y en concreto en el mundo de la ingeniería?
En la ingeniería, en general, la mujer está infrarrepresentada. La situación es especialmente grave en las ramas relacionadas con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (las TIC), como la ingeniería de Telecomunicación y la Informática. Es una situación que merece la pena intentar resolver por todos los medios porque desde estos ámbitos se generan gran cantidad de aplicaciones, productos, servicios que impactan en nuestra vida diaria, modelan la sociedad y pueden dar soluciones a infinidad de problemas. Pero si las mujeres, que somos el 50% de la sociedad, estamos prácticamente ausentes del desarrollo de esas tecnologías, se corre un grave riesgo de que las nuevas tecnologías no sólo no resuelvan nuestros problemas, sino que lleguen incluso a agravarlos.
La sociedad nunca va a prosperar dejando personas atrás: hablamos de género, pero deberíamos extenderlo a la raza, capacitación, distribución geográfica, orientación sexual, etc. Es imprescindible para que la sociedad progrese equitativamente. Ahí está el problema y la necesidad que me mueve a mí personalmente a intentar equilibrar la presencia de mujeres en las disciplinas STEM y especialmente en las TIC.
Date cuenta que en un equipo de desarrollo de una solución, de un servicio, donde sólo haya desarrolles que sean hombres, jóvenes, blancos, ricos, heterosexuales y de grandes ciudades, al final tienen una visión del mundo y de sus necesidades muy limitada y parcial. Es difícil, no digo imposible, que sean capaces de dar solución de una manera útil los problemas de toda la sociedad. Son conscientes de sus problemas, no de los de los demás, de sus capacidades, no de las de los demás, de cómo abordan ellos el uso de una app, de sus conocimientos, etc. Es necesario un punto de vista más diverso, crear equipos de trabajo, desarrolladores, creadores, diversos respecto a su identidad y sobre todo respecto a su manera de pensar. Dejar de ponerte tú como modelo de sociedad y pensar y dar por supuesto que todos tenemos los mismos problemas y capacidades, y necesitamos la misma solución. Igual que las mujeres no nacemos feministas aunque luego poco a poco todas vayamos abriendo los ojos, hay que extender esta igualdad a todas las facetas y discriminaciones de la sociedad, no solo la de género.
¿Cómo crees que será el escenario de la presencia de mujeres en las STEM dentro de 20 años? ¿Y en los puestos visibles y de liderazgo?
Soy muy moderadamente optimista. Depende del esfuerzo que pongamos en forzar el cambio, porque es un problema muy complicado que no se va a resolver sólo.
¿Por qué no hay más ingenieras? Primero porque hay muy pocas mujeres estudiando ingeniería, y segundo porque el abandono en el ámbito laboral es mayor en mujeres. Hay que actuar en el ambiente profesional. Hay que hacer que las empresas sean lugares más agradables para el trabajo de las mujeres, que sean más igualitarias, más respetuosas, que favorezcan más la conciliación, etc. Todos los elementos que hacen que las mujeres no estén cómodas en ambientes muy masculinizados.
En el ámbito académico es también difícil que las chicas se animen a cursar estudios que tengan que ver con las STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas) y más en concretamente con las TICs. Si te das cuenta los mensajes que recibes desde que naces (sociedad, medios de comunicación, redes sociales) intentan clasificarte desde pequeña, igual que en rosa o azul, coche o muñeca, esos mensajes te dicen si eres un machote y tienes que ser un bravo jugador de futbol y si tienes que ser tranquila, no gritar, no ser una mujer empoderada y ambicionsa. Tenemos que ser cuidadoras, médicas, maestras, enfermeras y ellos ingenieros y astronautas. Tenemos que romper con esta construcción social que nos esclaviza y clasifica desde que nacemos y nos dice qué tenemos que ponernos o cómo tenemos que ser y lo que nos tiene que gustar. Y eso es muy difícil, y por eso mi optimismo es moderado, porque es muy complicado romper esa inercia social, esa estructura de opresión que te impide decir “Si me gustan las matemáticas, si me gusta programar… ¿por qué no puedo ser ingeniera?”.
¿Qué le dirías a una adolescente que esté planteándose su formación académica y profesional?
Yo de diría: mira los datos del paro, las TIC no tienen paro. Va a poder trabajar donde quiera, cobrando lo que quiera, haciendo lo que quiera, viviendo donde quiera. Porque antes si querías doblar tu sueldo tenías que irte a Londres, a París, si lo quieres triplicar o cuadriplicar irte a Estados Unidos. Ahora no tienes que moverte de tu casa si no quieres, porque se teletrabaja. No dejes que te coman el coco, salte del rebaño. Eres perfectamente capaz con poco que te guste la programación, las matemáticas, la física… y vas a trabajar siempre y vas a hacer trabajo puntero y vas a disfrutar y a tener la sensación de que tu trabajo cambia el mundo. Cuantas más seamos más cambiaremos la forma de hacer las cosas para mejor.