RUGUPLAS: Determinación del potencial del alga Rugulopteryx okamurae en la obtención de bioplásticos y/o biomateriales destinados al sector pesquero
RUGUPLAS pretende, por un lado, afianzar las alianzas entre el sector pesquero y las entidades ambientales, a través de una serie de acciones de sensibilización y formación sobre las basuras marinas y alternativas a su generación y/o abandono en el mar. Igualmente, se abordará el conocimiento, la identificación y detección precoz de las diferentes algas macroscópicas con las que el sector interacciona. Además, se estudiará afondo la tipología y uso de materiales plásticos en cada cofradía, con el fin de analizar sus características, usos y posibles alternativas. Con la colaboración de los propios pescadores, se recolectarán muestras del alga, tanto en arribazón como en mar abierto, que se enviarán al laboratorio de AIMPLAS para su procesado y estudio. Con toda esta información se pretende incrementar la formación del sector sobre las algas así como sobre la problemática de las basuras marinas, identificar los principales materiales y usos de los plásticos en cada una de ellas, e identificar posibles materiales que pudieran ser reemplazables por un bioplástico obtenido del alga. De este modo, el residuo podría ser reinvertido en la cofradía, reduciendo así el uso de plásticos (muchos de un solo uso) y su posible llegada al mar en forma de basura marina.
En 2016 comenzó una de las invasiones biológicas más importantes que se recuerdan en el mar Mediterráneo. Un alga macroscópica y parda, llamada Rugulopteryx okamurae, comenzó a aparecer en diferentes localizaciones del entorno del Estrecho de Gibraltar (Ceuta, Tarifa, Algeciras, Estepona…), en los fondos y playas, en forma de arribazones, y finalmente en los artes de pesca. Su expansión está provocando serios problemas al sector pesquero y turístico. El alga se dispersa de forma masiva por la columna del agua, y además se acumula en el fondo, atascando, colapsando, cerrando o saturando diferentes artes y utensilios de pesca, generando así problemas en las capturas y en las faenas. Lo que a priori parecía un problema de ámbito local se expande por el Mediterráneo y Atlántico, obligando a las administraciones a adelantarse y adaptarse a los efectos que esta origina.
HyT, Asociación Hombre y Territorio trabaja sobre los efectos que esta alga provoca en espacios y especies marinas, desde su detección en 2016. En su afán por aplicar nuevos métodos de mitigación, y junto a AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, han puesto en marcha RUGUPLAS, que pretende generar materiales derivados del alga para su uso por el sector pesquero. Esta iniciativa cuenta, además, con la implicación e iniciativa de tres cofradías: la de Sanlúcar de Barrameda en Cádiz, la de Estepona en Málaga y la de Gandía en Valencia. Hasta el momento, el alga no ha sido oficialmente detectada en Sanlúcar de Barrameda ni en Gandía, aunque ya hay indicios de su presencia. Es por ello que estas dos cofradías participan en calidad de interesados en el proyecto. Todos los muestreos se realizarán en colaboración con la cofradía de Estepona, donde el alga está plenamente asentada desde 2016.
RUGUPLAS es la primera fase de un proyecto que pretende obtener bioplásticos derivados del alga Rugulopteryx okamurae para su uso por el sector pesquero en las zonas en las que el alga se encuentra establecida.
Cofradía de pescadores de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Cofradía de pescadores de Estepona, Málaga
Cofradía de pescadores de Gandía, Valencia