ORTIMAR: Estrategias de reproducción en cautividad de la ortiguilla de mar (Anemonia sulcata) para optimizar su reintroducción en el medio natural

Se ha realizado un estudio de diferentes zonas de la costa de Granada en donde se encuentran poblaciones de anémonas, capturando algunos ejemplares del entorno para su cría y reproducción mediante el sistema de cultivo basado en IMTA. Esta especie se encontró distribuida en el rango batimétrico entre 2-5 metros de profundidad, con un grado de abundancia aceptable de 10-15 individuos/m2. En todas las estaciones de muestreo coincide una disminución considerable de abundancia a una profundidad superior a 5 metros. Se concluyó que las tres áreas seleccionadas pueden ser zonas idóneas para la repoblación de anémonas reproducidas en cautividad y para la colonización de las áreas menos pobladas debidas a una sobreexplotación marisquera. Las tres áreas presentaron muy buenas condiciones ambientales, por sus características hidrodinámicas, tipo de sustrato, batimetría e incidencia de luz.

De igual manera, se ha observado un seguimiento positivo del crecimiento y tasa de supervivencia de los individuos, indicativo de su estado de bienestar, aspecto clave para su crecimiento óptimo, maduración y reproducción (clones por reproducción asexual).

Se ha estudiado y analizado la evolución en la composición y características nutricionales de los individuos, asociada al proceso de maduración, y se ha optimizado un protocolo de fijación y reintroducción de los individuos en zonas previamente seleccionadas por sus características naturales para la repoblación de individuos.

Algunas conclusiones generales son:

• La ortiguilla de mar es una especie que presenta buenas expectativas para su cultivo con el fin de conservación del recurso pesquero.
• Se adapta muy bien a condiciones de cautividad, utilizando la tecnología IMTA (cultivo multitrófico) que tiene como ventaja una mayor sostenibilidad y bienestar animal.
• Durante los nueve meses del proyecto se ha conseguido triplicar el stock.
• Es necesario avanzar y consolidar la reproducción sexual y cría larvaria, aunque se trata de un proceso lento que requiere de dos años hasta alcanzar la talla mínima comercial. Sin embargo, se considera que esta estrategia es imprescindible para lograr la conservación de la especie, aportando densidad de individuos nuevos y variabilidad genética.
• Las operaciones de reintroducción en su hábitat natural son viables y permiten la expansión del recurso en zonas castigadas por la sobreexplotación pesquera.

Por último, se proponen una serie de medidas correctoras para mejorar su gestión y sostenibilidad:

• Retrasar la época de veda al período posterior al desove, para que se permita la expansión al medio de juveniles procedentes de reproducción sexual, responsables de aportar variabilidad genética y, por tanto, perpetuar la especie. Sería ideal ampliarlo los tres meses en los que tiene lugar el desove -de marzo a mayo-; o en su defecto, dos meses.
• Medir la tasa de captura en unidades en lugar de kilogramos. De este modo, se evitaría la captura de ejemplares más pequeños de su talla comercial con la misma cantidad permitida de los 12 kg/recolector/día. Otras alternativas serían reducir el cupo máximo de kg, o bien, limitarlo a X días de captura/mes.
• Aumentar el tamaño mínimo comercial de los 15 a 25 gramos, manteniendo la tasa de captura de 12 kg/día/recolector. La cantidad permitida se reduciría a 480 unidades.
• Reintroducir los ejemplares incautados provenientes de capturas ilegales en zonas rocosas de aguas abiertas y limpias, evitando las aguas portuarias, donde la falta de transparencia del agua y de sustrato adecuado, unido a una corriente y calidad del agua poco adecuada, reducen su supervivencia. Tampoco es adecuado devolverlos en la orilla de la playa; el sustrato arenoso no permitiría bien su fijación, además de que el oleaje las arrojaría de nuevo a la orilla.

Documento con principales hallazgos y conclusiones